EL FUTURO SE DECIDE
EN ÁFRICA
El Islam inicia su existencia en el año 611 con la revelación
al profeta Mahoma de la nueva religión, y la sharia, o modo de vida islámico, es
recogida en el Corán como principio rector del Derecho Islámico, como de un medio
de resolver los conflictos desde una dimensión jurídico-moral.
El enfrentamiento entre el Cristianismo y el Islam es una
asignatura pendiente desde la Edad Media. El choque de civilizaciones,
popularizado por el politólogo norteamericano Samuel Huntington en 1991, es un
hecho que no ha podido resolver la iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero, (inicialmente
expuesta por el entonces presidente de la República de Irán Muhammad Jatami en
1998), conocida como Alianza de Civilizaciones, asumida por la ONU y respaldada
por el Primer Ministro de Turquía Recep Tayip Erdogan.
Son dos modos radicalmente opuestos de concebir la vida en
general, pero sin embargo en su dimensión espiritual persiguen los mismos fines.
Desgraciadamente, los puntos de encuentro no se han producido nunca y la superación
de ambas concepciones es una obligación urgente, ya que el futuro depende de
encontrar la fórmula para construir los puentes de comunicación que fortalezcan
en definitiva al ser humano, más allá de sus concepciones más atávicas.
¿Qué fuerzas habría que conjurar para transmutar el
desencuentro en colaboración? Se podrían enumerar los posibles motivos del
terrorismo extremo de Al Qaeda: la explotación por parte de Occidente, el
dogmatismo, el subdesarrollo, las fuerzas de abajo hacia arriba impulsadas por la
extrema pobreza, por el ‘no tengo nada que perder’, la falta de conocimiento de
los otros, etc. Pero la aplicación de soluciones como resultado del análisis no
resolverá el problema mientras que se mantenga intacta la necesidad de que
sobreviva sólo una de ambas civilizaciones.
Actualmente el Islam lo profesan 1.570 millones de personas repartidas
por los cinco continentes y el número de creyentes sigue en aumento. En
concreto, en el norte de África, cuna de la ‘Primavera Árabe’ se concentran más
de trescientos millones de musulmanes. Cabría preguntarse: ¿Cuál es el secreto
de su éxito? ¿Es algo que va unido al creciente número de pobres en el mundo, a
la solidaridad de la escasez? ¿Es una oposición generalizada al mundo opulento
e insaciable que son las democracias liberales de occidente?
No se trata de convertir Occidente al Islam, pero tampoco se
puede pensar en occidentalizar al mundo islámico. Hay que trabajar puntos de
encuentro con intereses comunes y ampliar el diálogo hasta permitir una
convivencia en colaboración permanente.
Los conflictos en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Siria y
finalmente en Malí auguran un futuro incierto e inestable si la Comunidad Internacional
no interviene de forma decidida y urgente. Por otra parte, es imprescindible
poner en práctica políticas preventivas que se adelanten a la aparición de
problemas que desembocan en guerras, de las que al final son víctimas las
sociedades civiles.
THE
FUTURE IS DECIDED IN AFRICA
Islam began its existence in the year 611 with the Prophet Muhammad's revelation of the new religion, and sharia, or Islamic way of life, is contained in the Koran as a guiding principle of Islamic law, as a means of resolving conflicts from a legal-moral dimension.
The clash between Christianity and Islam is a pending since the Middle Ages. The clash of civilizations, popularized by the American political scientist Samuel Huntington in 1991, a fact that could not resolve the initiative of José Luis Rodríguez Zapatero, (originally put forward by the then President Muhammad Khatami of Iran in 1998), known Alliance of Civilizations as assumed by the UN and supported by Prime Minister Recep Tayyip Erdogan of Turkey.
These are two radically different ways of thinking about life in general, but nevertheless in its spiritual striving for common goals. Unfortunately, the meeting points have not ever produced and overcoming both conceptions is an urgent requirement, because the future depends on finding the formula to build bridges of communication that ultimately strengthen the human, beyond their conceptions more atavistic.
What would you conjure forces to transmute the mismatch in collaboration? You could list the possible reasons behind the end of Al Qaeda terrorism: the exploitation by the West, dogmatism, underdevelopment, the bottom-up forces driven by extreme poverty, the 'I have nothing to lose', lack knowledge of the other, and so on. But the implementation of solutions as a result of the analysis will not resolve the problem remains intact while the need to survive only one of the two civilizations.
Currently profess Islam as 1,570 million people across five continents and the number of believers is growing. Specifically, in North Africa, the cradle of the 'Arab Spring' focus over three hundred million Muslims. One might ask: What is the secret of your success? Is it something that is linked to the growing number of poor in the world, to the solidarity of the shortage? Is the world widespread opposition and insatiable wealthy are liberal democracies of the West?
It is not the West convert to Islam, but neither can think westernize the Islamic world. We must work points with common interests and broaden the dialogue to allow coexistence in permanent collaboration.
Conflicts in Tunisia, Egypt, Libya, Yemen, Syria and finally Mali augur uncertain and unstable future if the international community does not intervene decisively and urgently. Moreover, it is essential to implement preventive policies which anticipate the onset of problems that lead to wars, where in the end, civil society are victims.