El economista jefe de la Agencia Internacional de la energía Fatih Birol se ha pronunciado sobre una posible crisis petrolera en los próximos años. Como resultado de la contracción de la economía, consecuencia de la crisis internacional, se espera un estancamiento a corto plazo del crecimiento de la demanda de energía a nivel mundial. Sin embargo los expertos vaticinan una escalada del consumo de combustibles líquidos entre 2010 y 2013, modulado naturalmente por la profundidad de la actual crisis económica. A esta situación se añade la creciente necesidad de combustible que experimentan los países emergentes y los países de Oriente Medio. Esta demanda podría conducir a una nueva crisis energética en lo que respecta a los derivados del petróleo, lo que supondrá una subida espectacular del precio del petróleo.
Otra cuestión de consecuencias a largo plazo la constituye la decisión del Presidente de Estados Unidos de destinar seis mil millones de euros para la construcción de dos centrales nucleares. Se da así el primer paso en una dirección ya anunciada por Obama desde los inicios de su campaña electoral. No ha dejado sin embargo de suscitar reacciones de toda índole, sobre todo en relación con los residuos nucleares que estas plantas generan. Un terrible futuro podría esperarnos detrás de la pregunta: ¿Serán las centrales nucleares un peligro en el futuro como objetivos de posibles guerras? No es una posibilidad impensable.
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