La crisis hipotecaria en los EE.UU. iniciada en 2008, tuvo su origen en la quiebra de entidades prestamistas de hipotecas de alto riesgo, al asumir estas entidades altos niveles de riesgo que excedían sus capacidades de respuesta ante posibles situaciones de impagos. La crisis se desencadenó precisamente por los impagos de deudores debido a dos causas fundamentales: las tasas de interés crecientes y la caída al mismo tiempo del precio de las viviendas. Esto ocasionó que la deuda contraída por los clientes superase el valor de los inmuebles. Esta crisis de las subprimes se extendió a Europa a través de los bancos de inversión y llegó a España. La solvencia de los bancos españoles estaba fuera de toda duda, pero la situación del país se deterioró progresivamente. De 2.17.000 parados en septiembre de 2007 se pasó a 4.800.000 parados en abril de 2010 atenazada por un período de recesión que los expertos consideraron en su momento de una duración de aproximadamente dos años (2008 y 2009).
Efectivamente, los valores macroeconómicos empezaban a cantar victoria durante el primer trimestre de 2010, pero nos esperaba otra sorpresa. En Grecia, las elecciones legislativas anticipadas del 4 de octubre de 2009 otorgaron el poder al PASOK que heredó un déficit del 12,7% y una deuda pública del 113% del PIB. El 7 de diciembre la agencia de calificación Standard & Poors colocó a Grecia bajo vigilancia, con perspectiva negativa. El 8 de diciembre, otra agencia, Fitch, rebajó la calidad de la deuda griega a largo plazo y sube la prima de riesgo de los bonos a 10 años. Posteriormente, y en un breve plazo de tiempo las agencias rebajan la solvencia de la deuda griega y Yorgos Papandreu aprobó el 24 de diciembre un presupuesto para 2010 en el que se planteaba reducir el déficit al 9,1% en 2010. Pero en enero, un informe de la Comisión Europea acusa a Grecia de irregularidades en el envío de datos fiscales a Bruselas. Grecia realiza emisiones de deuda que atrae una demanda cinco veces superior a la esperada. En febrero se hace público que Goldman Sach, el mayor banco de Estados Unidos, promovió transacciones que permitieron ocultar miles de millones de euros en deuda griega a las autoridades comunitarias. Hasta el mes de mayo, las autoridades comunitarias junto con el FMI no han zanjado la duda sobre si la Unión Europea ayudará a salvar la economía griega. Un fondo de 750.000 millones de euros contra la especulación, 500.000 procedentes del Banco Central Europeo y 250.000 del Fondo Monetario Internacional. La duda sin embargo ha afecta profundamente los cimientos de la economía española y ha supuesto la decisión de recortar el gasto para proceder a un ajuste fiscal. Con ello se pretende recortar el déficit público desde el 11,2% del PIB hasta el 9,3% en 2010, al 6% en 2011 y debajo de3% en 2013.
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