sábado, 26 de noviembre de 2011

The struggle between capital and labor in the XXI century. La lucha entre el capital y el trabajo en el siglo XXI.

La lucha entre el capital y el trabajo en el siglo XXI.

¿Qué ocurriría en el mundo si las fuerzas desatadas durante los dos últimos años, la crisis en occidente y la primavera árabe en oriente, forzaran la dimisión de los dirigentes de una buena parte de países del mundo? Es más, ¿qué ocurriría si, como está sucediendo en Egipto, se pusieran en tela de juicio de forma permanente los gobiernos que se nombran uno tras otro?
¿Puede un país seguir funcionando en ausencia de un gobierno que lo dirija?

¿Responde la actual situación de crisis a algo tan intangible como la confianza en un gobierno? Creo que no se trata de Berlusconi o Monti, Zapatero o Rajoy, Papandreu o Papademos. Se trata de un cambio en la forma de gobierno a nivel global, de tener en cuenta a quién controla el dinero. Y es la eterna lucha entre el capital y el trabajo. El dinero es profundamente egoísta y quiere cada vez más. También hay cada vez más inversores que reclaman más dividendos.

Realmente es el capital el que ahora está ganando la partida, ya que millones de personas han perdido su trabajo desde el momento en el que el capital está pidiendo dividendos prohibitivos para financiar las cuentas públicas.

¿Qué ocurrirá a continuación? Si suponemos que es posible en el pago de la deuda alcanzar intereses de dos dígitos, y los países afectados hacen frente al pago reduciendo gastos y aumentando los ingresos para satisfacer a los mercados, la calidad de vida de millones de ciudadanos se deteriorará de forma importante. El número de indignados aumentará, y reclamará un gobierno que piense en las personas, no en el dinero. La transferencia de rentas de los más pobres a los más ricos vía impuestos aumentará los desequilibrios ya precarios en una sociedad cada vez más dividida.

Y no será cuestión de cambiar de gobierno en uno u otro país, ya que el capital se mueve a nivel global. El descontento puede ser tal, que las consecuencias pueden pasar factura en el orden público y hacer más difícil la convivencia. Los estados deberán recapacitar sobre la financiación de su deuda pública y reducirla a niveles aceptables.

The struggle between capital and labor in the XXI century.

What would happen in the world if the forces unleashed during the last two years, the crisis in the West and the Arab spring in the East, forced the resignation of the leaders of much of the world? Moreover, what if, as is happening in Egypt, were put into question the government permanently appointing one after another? Can a country remain functional in the absence of a government to lead it?

Does the current crisis to do something as intangible as trust in government? I do not think it is Monti Berlusconi, Zapatero or Rajoy, Papandreou or Papademos. This is a change in the form of global governance, to take account of who controls the money. It is the eternal struggle between capital and labor. Money is deeply selfish and wants more and more. There are also more investors increasingly demand more dividends.

Actually it is the capital that is now winning the game, as millions of people have lost their jobs since the time the dividends are asking prohibitive capital to finance public accounts.
What will happen next? Assuming that is possible in debt payments reach a double-digit interest, and affected countries facing payment reducing costs and increasing revenue to satisfy the markets, the quality of life for millions of citizens will deteriorate significantly. Increase the number of outraged and claim a government think of the people, not money. The transfer of income from poorer to richer people through the tax increase already precarious imbalance in a society increasingly divided.

And there is no question of changing the government in either country, as capital moves globally. Unrest may be such that the consequences can take its toll on Public Order and make it harder to live together. States should reconsider the funding of its public debt and reduce it to acceptable levels.

martes, 22 de noviembre de 2011

Fitch scores to Spain: AA-. El rating para España de Fitch: AA-.

El rating para España de Fitch: AA-.

El rating AA- y con perspectiva negativa se debe al incumplimiento de los objetivos fiscales (déficit del 6% del PIB para 2011), bajo crecimiento y altos costes de recapitalización.

El nuevo gobierno deberá reducir el gasto e intentar estimular la economía para conseguir que aumenten los ingresos, todas las medidas a su alcance sin excepción ni color político. Por ejemplo subir el IVA y reducir los sueldos de los funcionarios. Pero sobre todo aplicar las medidas que ha propuesto el PP durante la campaña: reforma fiscal que incentive el trabajo, el ahorro y al inversión (¿reducir impuestos?), reducir el gasto manteniendo los servicios públicos esenciales y medidas orientadas a recuperar la confianza de los mercados en España(¿?) y también algunas de las que ha propuesto el PSOE: subida de las rentas del capital en el IRPF, impuestos a la banca, a las grandes fortunas.

Fitch scores to Spain: AA-.

Fitch has rated to Spain AA- with negative outlook due to the failure of fiscal targets (deficit of 6% of GDP in 2011), low growth and high costs of recapitalization.

The new government should cut spending and try to stimulate the economy to get income increases, all measures at its disposal without exception or political color. For example, to raise the VAT and reducing the salaries of officials. Implement the measures proposed by the PP during the campaign. Tax reform that encourages work, saving and investment (does it reduce taxes?), Reduce spending while maintaining essential public services and measures to restore the confidence of markets in Spain (?) and some of those proposed by the PSOE: higher capital gains from income tax, bank tax, to the very wealthy.